Para saber por qué hablamos del hueso temporal en una web dedicada al cuidado del oído, tienes que seguir leyendo para saber qué hace exactamente el hueso temporal de la cabeza.
El cuerpo humano está compuesto por 206 huesos, donde 26 de ellos están en el cráneo, 41 en el rostro y 6 en el oído. Concretamente, es en esta zona donde está el hueso temporal o hueso del cráneo. Es un hueso par e irregular, con características neumáticas, lo que significa que contiene cavidades llenas de aire.
El hueso temporal es uno de los huesos del cráneo, pero, ¿dónde se encuentra ubicado el hueso temporal? se encuentra de manera natural en la parte lateral, media e inferior del cráneo.
El hueso temporal está ubicado dentro de la cavidad craneal, contribuyendo a la formación de la base del cráneo. Forma parte de la fosa para el seno petroso, una estructura que aloja el seno petroso, una vena que drena la sangre del cerebro.
En biología se define qué es el hueso temporal diciendo que es un hueso par e irregular que podemos encontrar en la parte lateral, media e inferior del cráneo. Además, su estructura está muy cerca del hueso esfenoides, occipital y del parietal.
Bien es verdad que para saber cómo es este hueso, la propia etimología nos da una pista. Su nombre es la suma de la unión de dos palabras de origen europeo e hindú. Las palabras son “temporalis” y “tempus” y hacen referencia a la zona existente entre los ojos y las orejas.
Este dato curioso ya deja entrever que existe una relación entre el hueso temporal y el oído. Su localización es clave para cumplir con su función, la de protección del lóbulo temporal del cerebro y, por supuesto, del oído.
Este tipo de hueso simétrico y plano a la vez cumple una función importante para la vida de las personas. La misión de protección de los órganos que hacen posible la audición, es decir, el oído medio y el oído interno y también del encéfalo.
Por ello, la relación del hueso temporal y el oído es más que evidente porque, además de proteger a las partes más delicadas del oído, da forma al conducto auditivo externo y alberga en su interior a la cóclea y los distintos canales auditivos.
Lo que quizás no sabías es que es el hueso más duro del cuerpo humano. Dato muy interesante para que sigas protegiendo con dedicación tanto al oído derecho como al izquierdo.
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Como hemos mencionado anteriormente el hueso temporal cumple unas funciones esenciales para la salud. El hueso temporal alberga el oído interno, desempeñando un papel crucial en el sentido del equilibrio y la audición.
Este componente del cráneo no solo brinda protección al lóbulo temporal del cerebro, los nervios craneales y los órganos auditivos, sino que también se compone de diversas partes, como la porción escamosa, la porción petrosa y la parte mastoidea. Más allá de salvaguardar los delicados órganos auditivos, el hueso temporal cumple la importante función de contener y resguardar el encéfalo.
De entre todos los huesos que forman el esqueleto humano, sólo hay un hueso temporal ubicado en la osteología del cráneo. Eso sí, está formado por 3 partes bien diferenciadas que dan nombre a las porciones del hueso temporal:
Esta parte del hueso temporal es la región superior que forma la estructura ósea de mayor tamaño del hueso.
Algunas de las funciones son:
Da origen al cigomático (hueso par en ambos lados de la cara, que forma la mejilla y una parte de la cavidad del ojo.) Esta porción del hueso temporal cumple la función de proteger al cerebro y a los órganos de la audición, albergando el oído interno, medio y externo
Que presenta forma de herradura y se ubica justo en un nivel inferior de la porción escamosa. La porción timpánica o mastoidea forma las paredes anteriores, posteriores e inferiores del conducto auditivo externo. Además, esta es la parte que se localiza detrás de la oreja.
La porción timpánica o mastoidea es una parte del hueso temporal. Esta porción se encuentra debajo de la parte escamosa del hueso temporal y tiene una forma parecida a una herradura.
Su función principal es proporcionar protección a los órganos relacionados con la audición, ya que alberga el oído interno, medio y externo. También desempeña un papel en la protección de la articulación temporomandibular, que es la articulación que permite el movimiento de la mandíbula.
Además de su función protectora, la porción timpánica sirve como lugar de inserción para varios músculos, como el esternocleidomastoideo y el esplenio de la cabeza. Estos músculos están involucrados en el movimiento y la estabilidad de la cabeza y el cuello.
La porción pretosa del hueso temporal es la parte interna de la porción petrosa y la porción timpánica. Se encuentra entre el hueso esfenoides y el occipital y constituye la parte más interna o media del hueso temporal. Su forma es semejante a una cuña y funciona como una especie de barrera que separa las fosas craneales media y posterior entre sí.
En resumen, la porción petrosa del hueso temporal es una estructura que contribuye a la organización y protección de las diferentes regiones dentro del cráneo.
Hay que tener en cuenta que la forma de estas tres partes varía según la edad en el feto y el recién nacido, ya que el hueso temporal se forma en el feto mucho antes de que nazca.
Sí, y en el caso del hueso temporal también guarda relación con músculos, articulaciones, nervios, vasos sanguíneos… que son vitales para su desarrollo.
Los músculos se conectan a diferentes áreas del hueso temporal. Por ejemplo, el músculo temporal se origina en la fosa temporal, parcialmente formada por el lado del hueso temporal. Por otro lado, los músculos esternocleidomastoideo, esplenio de la cabeza, longísimo de la cabeza y digástrico se unen al proceso mastoideo del hueso temporal. Esta interacción entre las partes del hueso y los músculos contribuye a las funciones esenciales del cráneo y la cabeza.
Su anatomía es compleja, aparte de saber que la forma que tiene el hueso temporal es irregular, sus conexiones con otras partes del cuerpo están muy activas y por ello, se relaciona intrínsecamente con otras partes del cuerpo.
El hueso temporal se articula con varios huesos del cráneo y la mandíbula a través de diferentes articulaciones. Algunas de las articulaciones del hueso temporal:
Además, el hueso temporal también se articula con la mandíbula en la articulación temporomandibular.
La pregunta de si afecta al oído la rotura del hueso temporal se responde con un sí. Puede causar la rotura de tímpano o lesiones en la cadena de huesecillos, la cóclea, el aparato vestibular o el nervio facial. También puede llevar asociada la pérdida de audición y la aparición de hematomas detrás del oído o de hemorragias auriculares.
Los síntomas de esta fractura se manifiestan en forma de:
Muchos de estos síntomas pueden acabar siendo secuelas de la fractura del hueso temporal, como por ejemplo la hipoacusia o sordera.
El método de diagnóstico de la rotura del hueso temporal se realiza a través de: una tomografía y otras pruebas para detectar el daño del nervio facial y comprobar si la audición ha sido afectada con revisiones o exploraciones auditivas.
Cuando el hueso temporal se inflama, podría ser señal de mastoiditis, una condición que implica una infección en el hueso temporal, generando inflamación en su estructura e incluso provocando una acumulación descontrolada de células en el tejido interno del oído. Si te preguntas por qué se inflama el hueso temporal debes saber que esta afección suele estar vinculada con una infección en el oído medio que se propaga a la parte mastoidea del hueso temporal, causando hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad detrás del oído. Por lo general, la mastoiditis se trata con antibióticos, aunque en casos más graves podría requerir un drenaje quirúrgico.
Ante la sospecha de mastoiditis, es crucial buscar atención médica de inmediato para obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.
Si sientes dolor en el hueso temporal, podría ser un indicativo de una lesión o problema de salud. El hueso temporal se encuentra a los lados y en la base del cráneo, rodeando y protegiendo el conducto auditivo, el oído medio y el oído interno. Según el Manual MSD, una fractura en el hueso temporal puede resultar en parálisis facial, pérdida de audición, hematomas detrás del oído y sangrado en el oído. Además, el Manual Merck señala que esta fractura puede llevar a la salida de sangre por la oreja, pérdida de audición, disfunción vestibular y/o parálisis del nervio facial.
Por lo tanto, si experimentas dolor en el hueso temporal, es crucial buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
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Dependiendo de los síntomas que manifieste el paciente, el tratamiento o cura a aplicar será diferente. Estos son los tratamientos más comunes para corregir la fractura del hueso temporal:
Si la parálisis facial es inmediata y grave, puede ser necesaria la cirugía (microcirugía del hueso temporal). Si la parálisis es leve o retardada, se suele prescribir corticoesteroides por vía oral.
Si la cadena de huesecillos está dañada y, por tanto, hay pérdida de la capacidad de audición, estos pequeños huesos tienen que ser reparados mediante cirugía.
Puede tratarse con ejercicios de rehabilitación vestibular o con benzodiazepinas, para aliviar en el caso de que no se puede recurrir a la cirugía. Puedes practicar en casa ejercicios muy sencillos llevando la cabeza muy despacio hacia atrás y llevándola después a su posición inicial muy despacio. También puedes extender una esterilla en el suelo, ponerte de rodillas y relajando el tronco sobre ellas y girando la cabeza muy despacio.
Las personas con fuga de líquido cefalorraquídeo deben ser hospitalizada y esperar a que se corte en unos pocos días.
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En una clase de anatomía podríamos referirnos al peñasco como hueso petroso o pars petrosa del temporal. La localización de esta porción está presente en el cráneo de los mamíferos y se osifica como un hueso independiente mientras que en los seres humanos, se fusiona con el hueso temporal.
Como cualquier otro hueso, el peñasco del hueso temporal se puede fracturar debido a una hemorragia del oído tras un traumatismo. Pero esto es solo una parte, el hueso temporal puede sufrir distintas roturas o tener que hacer frente a dolencias. Además de roto, el hueso temporal puede estar:
La apófisis o apófisis estiloides es una estructura que se encuentra en la cabeza y forma parte de la cavidad craneal. Se trata de la parte de un elemento óseo que se encuentra en la parte inferior del hueso temporal, junto a la porción petrosa y la fosa yugular.
La función que realiza la apófisis estiloides es servir de punto de origen e inserción de diversos músculos y ligamentos que participan en los movimientos de la lengua y laringe.
Como cada músculo de nuestro cuerpo puede encontrarse con una lesión. Entre las lesiones más conocidas de la apófisis del hueso temporal localizamos al síndrome estilohioideo, síndrome de Eagle, pinzamiento nervioso del nervio facial o lengua dolorosa y roce continuo de la apófisis con otras estructuras. Todas son lesiones poco comunes.
El hueso temporal se divide en el hueso temporal derecho e izquierdo. Ambas divisiones pueden sufrir una fractura, pero también, esta rotura o golpe puede llevar asociada otra enfermedades o patologías auditivas a corto o medio plazo. Estas dolencias se presentan en el paciente en forma de síntomas como vértigos, parálisis facial, mastoiditis (infección por una bacteria) o un tumor.
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