Viajar en avión puede ser un placer, pero también puede ocasionar alguna molestia auditiva de lo más común como por ejemplo, la aerotitis.
Si no sabes por qué debes conocer el concepto de aerotitis, sigue leyendo y te daremos todas las pistas para descubrirlo.
La aerotitis es un tipo de otitis que se presenta en un intenso dolor de oídos durante el aterrizaje, el despegue y durante todo el trayecto del vuelo.
La palabra proviene del latín aerotitus y se refiere al problema específico de las personas que tienen miedo a volar por la pérdida de audición durante el transcurso del viaje y el dolor de oído que les produce el cambio de presión.
Hay personas que son propensas a padecer aerotitis al viajar en avión. Sus oídos son más sensibles a los cambios de presión y es por eso, por lo que odian volar mientras que a otras personas no les afecta en absoluto.
La causa de la aerotitis hay que buscarla en la presión del aire dentro de la cabina. Para que todo funcione bien en el sistema auditivo, el aire debe entrar y salir a través de la trompa de Eustaquio. Cuando hay problemas para poder hacerlo es cuando se produce este trastorno auditivo, ya que a la trompa de Eustaquio le cuesta adaptarse a estos de cambios de presión. Por ello, la aerotitis está relacionada con el barotrauma, que suele aparecer mientras practicamos buceo o submarinismo además de cuando volamos en avión.
Pero además, también se puede producir por:
Conociendo la definición de la aerotitis y sabiendo que también está relacionada con el ruido en cabina, sus síntomas vienen precedidos de:
Ante esta situación, la primera pregunta que se nos viene a la cabeza es si se puede viajar en avión cuando tenemos una otitis. No está prohibido viajar en avión, pero siempre es aconsejable consultarlo con un médico antes de iniciar el viaje hacerlo podría ocasionarnos algún malestar auditivo durante todas las vacaciones o nuestra estancia y puede que el dolor de oídos aparezca durante el propio vuelo o una vez finalizado.
Existen algunos trucos para aliviar la molesta sensación de tener los oídos taponados y pasar por un fuerte dolor de oídos. Como medida prioritaria, conviene siempre esperar antes de subirnos a un avión, a que se pasen los efectos del resfriado, de la otitis aguda o de la sinusitis. Conviene que el oído está lo más despejado de moco posible. Pero como es lógico, en la mayoría de los casos no es viable porque el viaje suele estar programado.
Mascar chicle durante el vuelo es uno de los consejos más eficaces y sencillos de poner en práctica. Masticar un chicle no solo en el momento de despegue y aterrizaje ayuda a abrir la trompa de Eustaquio manteniendo activos los músculos que se encargan de esta apertura y evitar el taponamiento.
Es muy fácil también beber agua durante el vuelo porque ayuda a mantener activos dichos músculos y a estar hidratados o repetir sesiones de bostezo voluntario.
El dolor de oídos también puede manifestarse en otros tipo de vehículos o medios de transporte subiendo puertos de montaña o en zonas en las que también cambie la presión.
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