La gente con colesteatoma suele presentar unas causas muy específicas de desarrollo de este tumor benigno.
Para saber cómo y cuándo se diagnostica, presta atención a las claves para saber identificarlo.
El colesteatoma es una acumulación del tejido epitelial en el interior del oído. Esto se traduce en el crecimiento anormal de la piel que se encuentra alojada detrás de la membrana timpánica y que no puede eliminarse hacia el exterior. Se trata de un tumor benigno que aparece en el oído medio y que provoca una pérdida de audición. También es comúnmente conocido como quiste y puede desarrollarse tanto en niños como en personas adultas.
Los síntomas del colesteatoma no suelen mostrarse con facilidad. De hecho, las personas suelen tardar en acudir al otorrino porque son casi inexistentes. Aún así, el síntoma más frecuente es la supuración del oído. Una secreción de líquido espeso marrón o amarillento acompañada de algo de olor y que puede ser permanente o irregular. El sangrado de oído, dolor de cabeza, zumbidos, vértigos o la sordera son otros de los síntomas que pueden aparecer.
Aunque estas son sus causas más frecuentes, el colesteatoma suele relacionarse con un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio y puede ser de dos tipos: congénito y adquirido, derivado de una infección crónica del oído. No es una patología del oído grave pero sí puede ocasionar otros daños más graves si cambia de tamaño. Cuando crece, puede dañar los huesecillos del oído medio. En este caso, puede ocasionar episodios de vértigos, inestabilidad o parálisis facial.
Comprueba ahora y totalmente gratis tu salud auditiva con un estudio audiológico completo y en un centro de confianza cerca de tu domicilio.
Este quiste o tumor no maligno puede desarrollarse de diferentes formas. Para poder clasificar la tipología debemos prestar atención al origen y, según esto, se catalogan en:
La aparición de este tumor puede favorecer que aparezcan otras afecciones o complicaciones como por ejemplo:
Esta patología del oído produce hipoacusia y problemas de audición. Por lo general, la persona que lo padece acude al especialista cuando se desarrollan los primeros indicios de sordera o cuando los síntomas fisiológicos se hacen visibles.
El otorrino es quien realizará un examen del oído para poder hacer una evaluación. Por lo tanto es quién lo trata. Concretamente, el colesteatoma se diagnostica a través de una otoscopia desde el conducto auditivo externo. Esta revisión se acompaña de otras pruebas como la audiometría para saber si existen síntomas de hipoacusia o una radiografía, para conocer si hay alguna lesión auditiva.
Se trata de forma quirúrgica a través de una operación. Sin olvidar que en primer lugar, con la supervisión del otorrinolaringólogo, el primer paso debe ser la limpieza del oído a través de gotas antibióticas para controlar la supuración e infección del oído.
Por lo general, la cirugía para el colesteatoma pasa por quirófano y consiste en intervenir la parte posterior del pabellón auricular. Ha de hacerse cuanto antes en la medida de lo posible por si el quiste va creciendo y por los daños posteriores que se traducirían en una pérdida auditiva grave.
Aunque no es una ciencia exacta, un 10% o un 15% de los casos se encuentra con la complicación de que el quiste puede volver aparecer. Por lo tanto, las revisiones auditivas de control son muy importantes.
El colesteatoma del oído no es una de las enfermedades del oído más graves pero nunca debe ser ignorada. Ante cualquier síntoma, pregúntanos para que te podamos conseguir una cita para revisar tu audición en los mejores centros auditivos.
Conoce más y mejor todo lo que rodea al mundo de la audición con los contenidos de nuestro blog: consejos, novedades y toda la información que estabas deseando escuchar.