El tímpano tiene un papel fundamental dentro de la audición y es que el sonido viaja a través del canal auditivo hasta llegar a esta fina membrana que vibra cuando entra en contacto con los estímulos sonoros que recibimos.
Si quieres saber más sobre esta parte del oído medio no dejes de leer este contenido.
El tímpano es una estructura del oído medio cuya vibración convierte las ondas sonoras en impulsos nerviosos que viajan hasta el cerebro. La membrana timpánica o tímpano se encuentra al principio del oído medio y constituye una barrera para la entrada de elementos extraños, como posibles bacterias.
Es delgada, semitransparente, ovalada y está engarzada dentro de un marco óseo que impide que se mueva. Su misión principal en el proceso de audición es transformar las vibraciones sonoras en impulsos nerviosos. Al percibir los estímulos sonoros del exterior que llegan a través del conducto externo, el tímpano vibra como un tambor. A través de su conexión directa con los huesecillos del oído medio, en la vibración del tímpano se inicia la conversión de las ondas sonoras en esos impulsos nerviosos que finalmente llegan al cerebro a través de los órganos del oído interno.
Esta membrana situada en el tímpano es la puerta de entrada al oído interno, donde las ondas sonoras aumentan su presión. La ventana oval es una parte muy importante del oído medio que comunica la membrana timpánica o tímpano con el oído interno y sobre la que descansa el estribo. Cuando el tímpano vibra, las ondas sonoras pasan por la cadena de huesecillos hasta llegar a la ventana oval, donde aumentan su presión hasta 20 veces. Esto hace que se produzca un movimiento en el líquido localizado en la cóclea y se forman ondas en él.
Este aumento de la presión se debe a que la superficie de la ventana oval es menor que la del tímpano. El siguiente paso de las ondas sonoras es la conocida como ventana redonda, donde se reduce de nuevo la presión. Podría decirse que la ventana oval y la ventana redonda son los extremos de un tubo lleno de líquido, y que cuando uno de ellos vibra el otro alivia su presión.
La ventana redonda es otra de las partes de la anatomía interna del oído. Consiste en una pequeña abertura entre el canal auditivo y el oído interno, cubierta por una membrana flexible. Cuando se acumula presión dentro del oído, la ventana redonda puede sobresalir para crear una salida, aliviando la presión. Cuando la presión es normal o baja, la ventana vuelve a su sitio. Esta es una parte importante de la función del oído, y los problemas con la ventana redonda pueden provocar pérdida de audición.
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El tímpano, siendo una parte vital del oído, puede sufrir una rotura. Se conoce como perforación del tímpano, que sí tiene cura y se puede deberse a una de estas causas.
El oído sufre los cambios de presión. Subir un puerto de montaña, viajar en avión o hacer submarinismo o buceo son actividades que pueden tener alguna consecuencia (grave o leve) para el oído. El barotraumatismo es el estrés que se genera en el tímpano cuando éste padece los cambios de presión del aire. A mayor presión, el tímpano tiene más posibilidades de romperse.
Un sonido fuerte, una explosión o un disparo producido por una onda expansiva muy fuerte pueden alguna vez romper el tímpano.
Introducción de algún objeto indebido. Una horquilla, un bastoncillo de algodón u otros objetos raros que pueden quedarse dentro del oído.
Sufrir una otitis da lugar a la acumulación de líquidos en el oído medio y la presión de estos líquidos pueden forzar la ruptura del tímpano.
Una lesión grave, como puede ser ésta, puede originar el daño en el tímpano y en el oído medio.
Ante cualquier indicio o sospecha de estas molestias, conviene acudir al otorrino. Pero convendría visitar su consulta, al menos una vez al año, para comprobar cómo se encuentran nuestros oídos y evitar posibles problemas auditivos en el futuro.
La respuesta es sí. Para reparar la rotura de la membrana timpánica, probablemente el médico te recete antibióticos o analgésicos para acabar con la infección y con el dolor. Sin embargo, como ocurre en otras ocasiones con el oído, la perforación se autocura entre tres a seis meses.
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