A todos nos han sangrado la nariz más de una vez, pero ¿es tan habitual que nos sangre el oído? Que el oído supure o expulse secreción de líquidos no es tan raro. Tampoco que estas sustancias acuosas vayan acompañadas de sangre.
Sigue leyendo para descubrir más sobre los tipos de otorrea o secreción patológica del oído.
La supuración de oído es de las situaciones más habituales que pueden suceder dentro de tu oído. La otorrea es una secreción del oído en forma de pus, sangre o sustancia acuosa, que puede aparecer tanto en cantidades abundantes como más escasas.
Ya sabes -o deberías saber- que de nuestros oídos emana un tipo de secreción llamada cera o cerumen. Las secreciones son sustancias segregadas que se expulsan por la actividad de una glándula de nuestro cuerpo. Para buscar el significado de la otorrea, patología que presenta como consecuencia final una secreción en el oído, empezaremos por hablar de sus causas y de los distintos tipos de secreciones que produce hacia el exterior del oído: cera, sangre, pus o líquido del oído.
En algunos casos, estas secreciones -que aparecen en varias texturas- desprenden un mal olor que puede avisarnos de que el oído puede estar infectado o de que algo no va bien en el sistema auditivo. Es lo que se conoce como otorrea fétida.
Aunque no se puede considerar a la otorrea una enfermedad, es importante diagnosticarla a tiempo y aplicar la cura adecuada para que el oído pare de supurar y no se convierta en otorrea crónica.
Por regla general, el cerumen es la sustancia que más segrega y expulsa el oído. ¿Pero qué sucede cuando se expulsan otras supuraciones?Las causas de la otorrea suelen ser diversas. El líquido que se genera en el oído medio y también en el oído externo resulta ser una expulsión del líquido del cerebro. Según la causa que produzca la infección, así serán los líquidos que expulse el oído. Cada causa lleva asociada un tipo de líquido segregado y expulsado. Las patologías más comunes que crean la otorrea son:
No debes hacer caso omiso a los primeros signos de la otorrea, ya que puede esta dolencia puede estar asociada con enfermedades más severas como la hipoacusia o el cáncer del canal auditivo.
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La otorrea y la supuración de oído comparten la mayoría de los síntomas que dan origen a este signo de secreción. La otorrea puede presentarse en el paciente de manera asintomática, pero no es lo habitual. Estos son los síntomas comunes que presenta:
El abanico de causas asociado a distintos tipos de secreciones auditivas da lugar a diferentes tipos de otorrea que se clasifican de la siguiente forma:
Teniendo en cuenta la tipología y las causas Una ruptura del tímpano puede provocar una secreción blanca y ligeramente sanguinolenta o amarillenta del oído. La presencia de material seco y costroso en la almohada de un niño a menudo es una señal de ruptura del tímpano. El tímpano también puede sangrar.
Aunque se pronuncien casi igual, estas patologías que se caracterizan por expulsar secreciones hacia el exterior del oído tienen sus diferencias y similitudes. Si la otorrea es la secreción de distintas sustancias acuosas, la otorragia únicamente es la secreción de sangre por uno o ambos oídos. En lo que sí coinciden es en las causas y en los síntomas.
Para saber cómo se cura la otorrea y acabar con la supuración de oído, debemos tener en cuenta la causa. Si la causa es la perforación del tímpano, la herida cicatriza pero hay que llevar un control para que no se produzca una infección y si la causa es el colesteatoma (un tumor benigno en el oído) se tratará con cirugía.
En cualquier caso, para tratar la otorrea hay que realizar una observación para comprobar el estado del canal auditivo y detectar posibles lesiones. Cuanto más seco esté el oído, mejor y el profesional médico recetará al paciente antiinflamatorios y antibióticos. Sin embargo, en ocasiones puede ser necesario una intervenir quirúrgicamente la otorrea si el tímpano se ha perforado o existe colesteatoma.
Hay que tener cuidado con no aplicar el tratamiento adecuado porque puede dar pie a una pérdida de audición. Tampoco se puede confundir con sacar agua del oído porque, que entre agua en el oído no es lo mismo que expulsar una secreción que genera el propio oído.
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