La audición es uno de los 5 sentidos del ser humano y nunca deja de funcionar, ya que en cualquier momento percibe los sonidos que se producen, ya estemos dormidos o despiertos.
Es un proceso que nos permite aprender, desarrollar e interiorizar el lenguaje oral. ¿Quieres descubrir cómo se produce la audición? Te lo contamos más abajo.
La audición es la percepción de las ondas sonoras que tras pasar por la oreja llegan a los conductos auditivos externos para finalmente chocar con el tímpano, que vibra con ellas. Es uno de los 5 sentidos del ser humano y nunca deja de funcionar, ya que en cualquier momento percibe los sonidos que se producen, ya estemos dormidos o despiertos. Para poder comunicarnos con lo que nos rodea y estar atentos a todos los ruidos de nuestro alrededor es imprescindible tener buena audición. La audición es posible gracias a unos procesos psico-fisiológicos que se desarrollan en el oído humano.
La audición requiere de procesos fisiológicos, por la estimulación de los órganos de la audición, y también procesos psicológicos, por el acto consciente de percibir sonidos.
Las ondas sonoras entran por el oído externo y hacen que comience a vibrar el tímpano. Éste a su vez hace que, después de él, comiencen a vibrar los tres huesecillos, llamados yunque, estribo y martillo. Estas pequeñas oscilaciones siguen viajando a través de la ventana oval hasta conseguir mover los líquidos que se encuentran en la cóclea o caracol, perilinfa y endolinfa, deformándose así las células ciliadas del interior.
Finalmente, estas células transforman las vibraciones en impulsos eléctricos que llegan hasta el nervio auditivo y de éste a la corteza auditiva, que se encarga de interpretar los sonidos.
La pérdida de audición, por otra parte, es uno de los problemas de salud más comunes. Afecta a personas de todas las edades, sin embargo, la edad es el factor más determinante en lo que a daños auditivos se refiere.
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Cada pérdida auditiva es diferente. Sus causas pueden ser diversas y afectar a un único oído o a los dos. Saber el tipo de pérdida auditiva es fundamental para ponerle una solución efectiva al problema.
Se produce cuando una parte del oído externo o medio impiden que las ondas sonoras se transmitan al interior y lleguen al cerebro. Se puede corregir con el uso de un audífono y en muchos casos consigue curarse. Es uno de los tipos más comunes y sus principales causas son:
Tiene lugar cuando el daño se encuentra en el oído medio. Se produce cuando hay ausencia o deterioro de las células ciliadas. Suele ser permanente y su intensidad puede ser leve, moderada, severa o profunda. Dependiendo de su gravedad puede corregirse con el uso de audífono, con un implante coclear o con cirugía. Las causas más frecuentes son las siguientes:
Es la combinación de las dos anteriores, y el fallo se produce en el oído medio o interno. Es decir, mientras que los daños relacionados con la parte conductiva pueden ser tratados médicamente, los referidos a la parte neurosensorial necesitan tecnología.
Se produce cuando hay un deterioro o ausencia del nervio auditivo. Afecta a la parte del oído interno encargada de transformar las ondas en señales eléctricas y transportarlas al cerebro. En este caso la sordera es permanente y bastante profunda.
El nivel de hipoacusia que sufre una persona puede ir de leve hasta profundo.
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