La audiometría es la prueba más importante para saber si existe riesgo de hipoacusia en la persona que nota pérdida de audición. Conocer la interpretación de una audiometría es vital para ofrecer un diagnóstico completo.
El audiómetro es el instrumento que se usa en las revisiones auditivas y sirve para hacer una audiometría a domicilio y audiometría a niños y a adultos. Te explicamos con detalle cómo funciona.
El audiómetro es un dispositivo electrónico que se usa para medir la audición. Por lo tanto, es el instrumento que está presente en todos los tipos de audiometrías, tanto en la realizada por vía tonal como por ósea. Como aparato indispensable en el campo del estudio audiológico evalúa el nivel de audición de las personas para poder determinar un tratamiento adecuado que mejore su audición.
El audiómetro clásico es el instrumento que usan habitualmente los audioprotesistas y es un dispositivo esencial en el momento de la revisión auditiva. Este aparato tecnológico es imprescindible para la audiometrías y también para las acufenometrías.
Con el avance de la tecnología, el audiómetro digital ha sustituido al audiómetro manual y ese cambio, ha supuesto una mejora en la eficiencia del personal audiológico. Es decir, ha facilitado la tarea de los audioprotesistas para la realización de la revisión auditiva.
Antes de explicar el funcionamiento de este aparato eléctrico, cabe mencionar que siempre y cuando se realice una prueba audiométrica debe hacerse dentro de una cabina de audiometría, esa sala alejada del ruido e insonorizada es donde se pone en marcha el audiómetro.
Una vez acomodado el paciente, el audioprotesista puede empezar con la prueba. El audiómetro empezaría a emitir los tonos que le llegarán al paciente a través de unos auriculares que llevará puestos. El paciente debe ir respondiendo -haciendo una señal- cada vez que oiga un tono nuevo con sus diferentes intensidades. Este ejercicio se realizará primero en un oído y posteriormente en el otro.
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Estos equipos eléctricos se pueden clasificar en:
Genera señales de frecuencia fija y distorsión baja. Los audioprotesistas que realizan la prueba auditiva son quienes controlan en todo momento el aparato y el tiempo del test auditivo. Manejan el control de la audiometría y van emitiendo los pitidos una vez que el paciente va respondiendo a las preguntas.
Comparten características con los anteriores, pero su rango de frecuencia alcanza los 16 KHz.
Es el audiómetro que prácticamente funciona solo como su propio nombre indica. Los pitidos se van emitiendo de una manera casi automática mientras el paciente va respondiendo a cada una de las preguntas de la revisión de oído.
Quizá la primera pregunta que te ronda la cabeza es quién tiene un audiómetro y quién lo usa o puede usarlo. Los profesionales de la audición que pueden usar este dispositivo son los audioprotesistas o audiometristas. Pueden hacer uso de él en el centro auditivo dentro de una cabina de audiometría o en el domicilio del paciente, siempre que el audiómetro sea portátil y garantice todas las garantías de que puede usarse correctamente.
El procedimiento es el siguiente: la persona que está manipulando el audiómetro va emitiendo sonidos de diferentes tonos e intensidad. Se conoce como la prueba de los tonos puros a través de la cual se obtiene el audiograma donde se podrán ver valores de la audiometría normal. En ella, el paciente debe de hacer una señal cada vez que oiga un pitido nuevo. Primero se realiza la prueba emitiendo pitidos para un oído y acto seguido para el otro.
Una vez realizada la prueba en los oídos -primero se realiza en uno y después en otro- se puede ver si hay algún tipo de pérdida auditiva, tanto parcial como completa.
Como toda máquina o instrumento de electromedicina empleado para revisar la salud debe revisarse periódicamente. En el caso de los audiómetros se emplea el término “calibración” para comprobar el estado de cada dispositivo.
Tres meses es el mínimo recomendable y puede ampliarse hasta un año -si cumple con la normativa y periodos de verificación- para hacer la calibración. La calibración puede hacerla el propio audioprotesista -si cuenta con un sistema de calibrado- o un laboratorio especializado en esta materia.
Está formado tanto por componentes internos como externos. Entre los internos se encuentran: el oscilador, amplificador y el atenuador. Y el micrófono, la pantalla o display, los controles de feed-back o operaciones, el panel de transductores y selectores, el botón de estímulo y el control de cambio de oído forman los elementos externos del audiómetro.
Una vez realizada la audiometría o la acufenometría, se generarán unos resultados en forma de gráfico donde se detallarán los niveles de audición. El audiograma determinará si la persona que se ha hecho revisión de oído tiene o no problema de oído.
Las primeras referencias de la invención de este aparato se remontan a Alexander Graham Bell y al Doctor Harvey Fletcher. El primer audiómetro electrónico apareció en 1919 en Alemania. Sin embargo fue tras la Segunda Guerra Mundial cuando fue ampliamente utilizado en exámenes realizados hospitales especializados en la atención a soldados con pérdida auditiva.
La etimología de la palabra proviene del latín audio= “oigo, escucho” y el griego metron= instrumento para medir y el significado global del audiómetro se refiere a un instrumento para medir sonidos.
Cada instrumento y cada paso empleado en la realización de la audiometría es vital para que el resultado obtenido sea verídico o no. Sin el audiómetro, el estudio de la audición no sería posible. Sigue descubriendo más noticias sobre la audición con nosotros en nuestro blog.
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