La hiperacusia o algiacusia no es un tipo de pérdida auditiva, sino un síndrome que se caracteriza por la intolerancia a sonidos cotidianos que suceden alrededor de la persona que lo padece.
Estos sonidos no requieren ser necesariamente fuertes o estridentes; de hecho, pueden ser tan comunes como el funcionamiento del lavavajillas o el zumbido del ventilador.
Se trata de una hipersensibilidad acústica hacia sonidos normales que la persona hiperacúsica califica como molestos, incómodos e incluso dolorosos.
La hiperacusia puede afectar profundamente a la vida de quienes la sufren, afectando incluso a su capacidad social y laboral. Imagina un día en el que cada sonido del teclado, el zumbido de la aspiradora y otros sonidos habituales se transforman en desafíos insuperables. Convertirá tu vida en una situación difícil.
Las personas que no padecen hiperacusia quizás no entiendan cómo sonidos cotidianos como por ejemplo: el roce de prendas de tela, ladridos de perro, silbidos, el ruido de los fuegos artificiales, ciertas risas, la sirena de una ambulancia o de un camión de bomberos…sean tratados como intolerables y desquiciantes para otras personas.
Para comprenderlo mejor, imagínalo como el umbral del dolor, cada persona tiene un umbral del dolor diferente. Pues algo similar ocurre con la hiperacusia, no se trata de una fobia a ruidos fuertes, sino una hipersensibilidad al ruido o a determinados sonidos que se encauza en varios síntomas donde buscar su explicación:
Es importante destacar que también existe la hiperacusia coclear, una forma más intensa de sensibilidad al ruido. En estos casos, la hipersensibilidad auditiva se asocia con el dolor de oídos, ataques de pánico y episodios de llanto.
La raíz de la tolerancia se encuentra en que una persona con audición normal puede soportar sonidos de hasta 120 dB sin malestar, mientras que las personas con hiperacusia puede experimentar molestias o incomodidad con sonidos por encima de 66-80 dB.
Si experimentas alguna de estas molestias, es fundamental buscar la ayuda de un profesional para obtener un diagnóstico preciso de la hiperacusia coclear. Abordar esta condición de manera temprana y adecuada puede marcar la diferencia en la calidad de vida y el bienestar auditivo.
Aunque los síntomas de la hiperacusia parezcan muy normales y conocidos por todos, a día de hoy, se siguen investigando las causas que la originan.
Lo que sí está verificado es que puede afectar a personas de todas las edades y que no entiende de géneros. Las causas de la hiperacusia que más se barajan son varias:
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Según las causas que originan la hiperacusia y según la opinión de los expertos, la hiperacusia “es una condición anormal por la que un individuo no es capaz de tolerar los sonidos que le rodean a partir de una determinada intensidad”. Como comentábamos, se trata de un síntoma asociado al tinnitus que lleva implícita la hipersensibilidad auditiva, es decir, la irritabilidad hacia ciertos sonidos ambientales.
Según un estudio realizado por la Fundación del Hospital de Alcorcón en Madrid, se encontró que un significativo 63% de los pacientes que experimentan tinnitus también sufren de hiperacusia. Además, se reveló que el 83% de estos pacientes también experimentan pérdida auditiva. Aunque la conexión exacta entre estas condiciones no esté completamente comprendida, se sugiere que problemas auditivos pueden derivar en la manifestación de otros.
Si notas síntomas como pérdida auditiva, tinnitus o hiperacusia temporal, se recomienda realizar un test auditivo para obtener una evaluación precisa de tu salud auditiva.
¿Cómo saber si tengo hiperacusia? Si te sientes identificado con alguno de los síntomas de la hiperacusia coclear consulta a un especialista de la audición. Por lo general para obtener un diagnóstico se realizará una evaluación auditiva completa para evaluar la gravedad del trastorno. Por lo general para obtener un diagnóstico se realizará una evaluación auditiva completa para evaluar la gravedad del trastorno. Estas pruebas pueden incluir la audiometría, la prueba de reflejo estapedial y la prueba de nivel de incomodidad.
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A la pregunta de si la hiperacusia tiene cura, responderemos que no existen tratamientos o cirugías para eliminarla. Sin embargo, la solución más efectiva para tratar la intolerancia a ciertos estos sonidos pasa por la reeducación del oído. A través de entrenamientos auditivos y de terapias del sonido se busca eliminar la sensibilidad acústica del paciente. Para las sesiones de esta terapia sonora se utilizan ruidos blancos en bucle. Sonidos relajantes y apacibles que fomentan el grado de concentración en los que el audioprotesista o audiólogo modula su volumen -incrementándolo según avancen las sesiones- para que el paciente vaya acostumbrándose a ellos.
Ten en cuenta que puedes experimentar hiperacusia temporal, especialmente en casos vinculados a episodios repetidos de estrés o tras una prolongada exposición a ruidos fuertes.
Al igual que hay niños que nacen con el don para la música o la pintura, hay otros que nacen con una sensibilidad auditiva especial. Son los llamados niños hiperacúsicos.
Tengamos en cuenta que, en los niños, el oído está en plena fase de formación. Sin embargo, si observas que el niño experimenta ataques de pánico, muestra signos de ansiedad o evita socializar, podrían ser indicadores de hiperacusia. En ocasiones, la hiperacusia puede confundirse con el autismo, por lo que es crucial estar atento a las señales.
Ante cualquier sospecha de padecimiento de la hiperacusia, debes acudir a un especialista experto en audición y psicología. Como complemento, las familias pueden habilitar espacios y tiempos de silencio para facilitar el descanso y fomentar el contacto con la naturaleza también puede ayudar a la relajación y grados de expresión del niño.
Todavía no existen suficientes estudios que demuestren que la hiperacusia es hereditaria pero, en muchos casos, sí que se ha observado que puede ser aprendida. Los niños suelen imitar los comportamientos de los padres y no es de extrañar que si alguno de ellos siente molestias causadas por ruidos fuertes, sus hijos tengan el mismo comportamiento aunque no necesariamente presenten esa sensibilidad.
Las principales causas para la hiperacusia en menores son las siguientes:
Para ayudar a tu hijo es recomendable ir restando sensibilidad antes esos estímulos molestos e ir acostumbrándolo poco a poco a los sonidos fuertes. Tiene que ser un proceso progresivo y suave, es decir, con estímulos agradables como la música, por ejemplo. Poco a poco el niño irá desarrollando tolerancia.
La hiperacusia por ansiedad tiene su origen en situaciones de nerviosismo y estrés. A lo largo del día es común experimentar momentos de estrés o ansiedad, pero cuando esto se convierte en un hábito, puede desencadenar trastornos como la hiperacusia o los acúfenos. Los síntomas de la hiperacusia relacionada con la ansiedad pueden abarcar una creciente sensación de nerviosismo, ataques de pánico, llanto desconsolado y un nivel elevado de nerviosismo.
Si te encuentras identificado con estos síntomas, es fundamental buscar ayuda y orientación de profesionales que puedan brindarte el apoyo necesario para manejar la ansiedad.
Aquí tienes algunos consejos clave para prevenir la hiperacusia y otros problemas auditivos, asegurando así el cuidado óptimo de tu salud auditiva:
Si tienes más preguntas o buscas tu centro auditivo más cercano, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para proporcionarte la información y el apoyo que necesitas.