Para que podamos oír correctamente se tienen que llevar a cabo una serie de procesos cuyo destino es el cerebro, encargado de interpretar los estímulos sonoros. Uno de los protagonistas de la audición es el nervio auditivo, que junto con la cóclea y el vestíbulo, forma parte del oído interno.
Su principal función es llevar la información al cerebro. A continuación te contamos más sobre él y las principales patologías que le afectan.
De los doce nervios craneales, el auditivo es el octavo. Se encarga de la función auditiva y es el responsable del equilibrio. También es conocido como nervio vestibulococlear o nervio estatoacústico y está formado por otros dos nervios:
Cuando falla el primero, empezamos a percibir problemas auditivos, mientras que cuando lo hace el segundo, podemos sufrir vértigos.
Los impulsos nerviosos se transmiten desde las células ciliadas, ubicadas en el oído interno, hasta el cerebro. Allí es donde tiene lugar la percepción auditiva, es decir, donde se da significado a los sonidos. Al moverse estas células envían señales eléctricas al nervio auditivo, que se encarga de procesar toda la información sonora que ha recibido el oído externo, por lo que son indispensables para que podamos oír.
Las lesiones en el nervio auditivo pueden causar diversos problemas para nuestra audición.
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La pérdida de audición neurosensorial se puede ocasionar por un problema en el nervio auditivo. El sonido se transmite adecuadamente del oído externo al medio pero la dificultad surge para llegar al oído interno. Esto provoca que la calidad y la percepción del sonido se reduzcan. Esta deficiencia auditiva suele estar causada principalmente por el envejecimiento aunque determinados traumatismos, la exposición prolongada a ruidos elevados, la meningitis o incluso los medicamentos ototóxicos también pueden ser los causantes.
La solución para una pérdida neurosensorial son los audífonos, a no ser que el daño en el oído sea profundo, que en este caso la mejor opción es un implante osteointegrado, que se encarga de trasladar directamente las vibraciones sonoras al oído interno.
El nervio auditivo, también conocido como nervio vestibulococlear o nervio estatoacústico, puede inflamarse o sufrir daños afectando a la función auditiva. Si el nervio resulta inflamado, la persona podría encontrarse con una neuritis vestibular y si el nervio resulta dañado, podría diagnosticarse una neuropatía auditiva. En cualquiera de los dos casos, el otorrino pondrá el tratamiento adecuado para curar o convivir con estas disfunciones auditivas:
Se recetan fármacos antivertiginosos como la biodramina o el dogmatil y corticoides como el Urbason. Además, la rehabilitación vestibular funciona con eficacia para acelerar la compensación vestibular gracias a la realización de ejercicios vestibulares.
Debes saber que si te han diagnosticado neuropatía auditiva puedes seguir haciendo tu vida normal sin ningún problema. Cuando las células ciliadas sufren daños en la cóclea, ya que no pueden regenerarse, lo más común es realizar una terapia de electroestimulación coclear donde se emiten impulsos eléctricos a una frecuencia determinada para ayudar a que el sistema auditivo sigan funcionando.
El neurinoma acústico o «schwannoma vestibular» es una de esas afecciones del nervio auditivo que provoca pérdida de audición. Se trata de un tumor benigno poco frecuente causado por el crecimiento de las células de Schwann, que se encuentran en el nervio vestibular. También causa acúfenos y vértigos. El tratamiento, dependiendo del tamaño, puede ser la radiación o la intervención quirúrgica.
Si sientes cualquier molestia, te recomendamos que acudas a un especialista lo antes posible para revisar tu salud auditiva.
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