Los 10 sonidos más agradables para nuestro oído

Nuestros oídos no paran de escuchar sonidos. Están constantemente percibiendo ruidos y sonidos que suceden a nuestro alrededor. Quizás no te habías dado cuenta, pero algunos gustan mucho a tu sistema auditivo. Es más, tu oído disfruta escuchándolos.

Si no nos crees, será mejor que leas y escuches mentalmente los sonidos más agradables para el oído que te describimos a continuación:

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¿Cuáles son los 10 sonidos más agradables para el oído?

El sentido del oído es el sentido a través del cual podemos interpretar todos los sonidos que nos rodean y disfrutar de las voces de nuestros seres queridos. El oído y nuestro estado de ánimo están relacionados, en parte, por el poder del sonido.

Pocas cosas nos acompañan antes de nacer. El sonido es una de ellas. Durante el período de gestación, mientras estamos en la barriga de nuestra madre, estamos expuestos a determinados sonidos como el latido del corazón de nuestra madre o la música que se le pone al bebé mientras permanece en el vientre de la madre. Al nacer, cada sonido que nos rodea repercute en nuestro desarrollo cognitivo y en otras habilidades como la atención, la concentración o el lenguaje. El cerebro se encarga de interpretar cada uno de esos sonidos, que a su vez se relacionan con nuestro estado de ánimo.

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Ejemplos de sonidos agradables

Existen sonidos que pueden esbozar la mejor de nuestras sonrisas y que al escucharlos, pueden relajarnos, subir nuestro estado de ánimo, calmar nuestros nervios o ayudarnos a dormir mejor. Estos son los diez sonidos más agradables para nuestro oído. Sonidos que dibujan una sonrisa al escucharlos una y otra vez:

  • La risa de un niño
  • Nuestra canción favorita de la vida
  • El sonido de la lluvia caer golpeando en la ventana
  • Pisar la nieve
  • Las olas del mar cuando rompen en la orilla
  • El ronroneo de un gato
  • El canto de los pájaros al amanecer
  • El gorgoteo de la botella de vino mientras se sirve en la copa
  • El murmullo de un río
  • El sonido de las ramas de los árboles agitándose en un día de viento

Los sonidos pueden ser agradables o desagradables dependiendo de si sus vibraciones son regulares o irregulares. La tendencia, tanto de los adultos como de los niños, consiste en huir de los sonidos desagradables que, por supuesto, también existen y nos acompañan en nuestro día a día en actividades cotidianas. No gustan a la audición y, en ocasiones, nos producen miedo o pánico al escucharlos en situaciones que suceden por sorpresa.

Sin embargo, los sonidos agradables nos hacen sentirnos especiales o nos recuerdan algún momento bonito y enriquecen nuestro estado de ánimo. El oído es un órgano sensible que nos permite percibir y sentir cada sonido. Cada vibración de sonido circula a lo largo del oído y se transforma en impulsos eléctricos que el cerebro se encarga de interpretar.

Los bebés también experimenta esta sensación tan gustosa al oír algo bonito para sus oídos. A los bebés les encantan los sonidos vocales alegres. Funciona muy bien cantarles canciones con tonos alegres jugando un poco con las cuerdas vocales. Los sonidos de la naturaleza (como el cantar de los pajaritos o el sonido del mar) les tranquiliza, les ayuda a dormir y, sobre todo, a familiarizarse poco a poco con el entorno. Los sonidos agradables para niños son una buena excusa y herramienta para despertar de buen humor por las mañanas.

Si crees que hace mucho que no escuchas por la calle esos sonidos que te hacían sentir bien y disfrutar de un paseo agradable, debes hacerte una revisión de oído para descartar problemas en tu audición.

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