Las causas de pérdida de audición de un oído o de ambos pueden ser de diversa índole. Al igual que las causas son variadas, la sordera también se divide en distintos tipos y la sordera neurosensorial o de percepción es uno de los muchos tipos de hipoacusia. ¿Pero qué es la sordera neurosensorial y qué medios existen para tratarla con las recomendaciones de los expertos?
La falta de audición en una persona no sólo afecta a su capacidad de oír, también afecta a la comunicación, al habla y al lenguaje. La sordera o hipoacusia neurosensorial se define como la percepción de escuchar unas frecuencias más elevadas que otras. ¿Y por qué sucede esto? Porque las ondas sonoras no llegan a su punto de destino, el nervio auditivo, que transmite el sonido al cerebro debido a algún daño en esta parte del oído.
Antes de explicar las causas y síntomas de este tipo de sordera, conviene detallar que la hipoacusia neurosensorial puede ser de dos tipos: neurosensorial bilateral (si afecta a los dos oídos) y unilateral (si sólo afecta a uno) y presenta varios grados dependiendo de los decibelios que la persona es capaz de escuchar: normal (por encima de 20 dB), leve (entre 25 y 39 dB), moderada (entre 40 y 69 dB), severa (entre 71 y 90 dB) y profunda (por encima de 90 dB).
En el caso de este tipo hipoacusia, debemos discernir muy bien entre las causas y los síntomas más comunes que pueden presentarse en el paciente que empieza a notar cómo su audición va disminuyendo.
Las causas adquiridas más específicas de este tipo de discapacidad auditiva son:
Y entre las causas congénitas, las que ocurren desde el nacimiento, puede desarrollarse bien por factor hereditario o por una anomalía en la gestación del bebé.
¿Y cuáles son los síntomas que desencadenan una hipoacusia neurosensorial?
Estos dos últimos síntomas confirman la relación de la hipoacusia neurosensorial con los acúfenos y vértigos. Una vez más, unas patologías auditivas se relacionan a su vez con otras enfermedades del oído.
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La hipoacusia neurosensorial puede aparecer en adultos, niños, recién nacidos y prematuros. Las pruebas de diagnóstico son las mismas que los otorrinos o audioprotesistas realizan para evaluar el grado de pérdida auditiva en el paciente. La audiometría o audiometría tonal es la prueba más feaciente para determinar el grado de audición, la prueba a través del diapasón (prueba de Weber) sirve para diferenciar entre la hipoacusia neurosensorial y conductiva y la impedanciometría se aplica para medir las impedancias o resistencias del fenómeno auditivo, sobre todo del oído medio.
Pero sin duda, la prueba de Weber es el examen auditivo clave para diagnosticar la sordera neurosensorial. Es una prueba auditiva fácil de realizar y clave para detectar el problema de oído. Se coloca el tallo del diapasón vibrante en la frente del paciente y éste debe decir al profesional que hace la prueba en qué oído percibe el sonido más fuerte. Si la persona escucha el sonido en los dos oídos por igual, indicará que no hay lesión en el oído.
La prueba de Rinne es otra de las evaluaciones indicadas para explorar el estado de la audición. Se realiza por vía aérea y ósea colocando el diapasón sobre la apófisis mastoides hasta que el paciente deje de escucharlo. Después se coloca el diapasón de inmediato fuera de la oreja y el paciente debe informar cuando ya no escuche el sonido. Si no hay indicios de sordera, la audición del diapasón por vía aérea será mejor que la audición por vía ósea.
Puede que te estés preguntando si este tipo de sordera que parece tan compleja tiene cura. La duda se resuelve respondiendo con un sí. Los audífonos se van a convertir en tus mejores compañeros para mejorar tu audición en un oído, es decir, si la sordera neurosensorial es leve o moderada. Y si la pérdida de audición sucede en ambos oídos, el implante osteointregado es la solución recomendada para que traslade el sonido directamente al oído interno a través de vibraciones.
Recomendaciones y medidas de prevención
Sigue siempre estos consejos para cuidar de tu salud auditiva y prevenir futuras enfermedades de oído. Pero además, debes aprender y aplicar estos hábitos casi diarios para prevenir la sordera y todo tipo de pérdida de audición:
Además de saber qué es la hipoacusia neurosensorial, conviene que sepas que existen otros dos tipos de hipoacusia. Los tres tipos están muy relacionados entre sí. Se trata de la hipoacusia conductiva, que se origina en el oído medio o externo debido a alteraciones en la trasmisión del sonido e hipoacusia mixta cuando se producen alteraciones en el oído interno (hipoacusia neurosensorial) y en el oído externo.
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