Ya sabes que proteger tus oídos es esencial para tener una buena salud auditiva, pero no te centres solo en el canal auditivo interno, el oído externo también puede sufrir daños que pueden afectar a nuestra audición.
Uno de ellos es la otomicosis, una infección cutánea que, aunque no es grave, sí puede llegar a causar muchas molestias. Te contamos cómo reconocerla y sus principales tratamientos.
La otomicosis, también denominada otitis externa fúngica o micosis, es una enfermedad infecciosa del canal auditivo externo, de naturaleza aguda y transitoria, provocada por varios tipos de hongos.
Está dentro del grupo de otitis externas, solo que en vez de estar provocada por bacterias, las causas son, principalmente, los hongos Aspergillus y Candida.
De las personas que acuden a un centro auditivo, entre el 5 y el 20% lo hacen por problemas relacionados con infecciones del oído externo y, de esta cantidad, poco más del 20% están asociadas a hongos.
La mayoría de los hongos que generan la micosis son saprófitos. ¿Y eso qué significa? Que obtienen su energía de desechos presentes en el medio. En este caso, se alimentan de descamaciones que hay en nuestra piel sin provocarnos ningún daño.
Sin embargo, existen algunos factores que pueden alterar un desequilibrio en las poblaciones fúngicas de nuestro cuerpo, causando estas infecciones:
Cuando la otomicosis está causada por el Aspergillus Niger es fácilmente visible. Mientras, los síntomas provocados por el hongo cándida son menos reconocibles. Estas son las principales molestias que suele ocasionar una infección fúngica en el oído.
La otitis externa se diagnostica con la observación y exploración física. El especialista detectará cualquier anormalidad mediante el uso de un otoscopio.
El tratamiento para la otimicosis más habitual son las gotas antifúngicas, que limpian el conducto auditivo externo. Para los casos más graves, también existen fármacos por vía oral. El objetivo de estos productos es dificultar el crecimiento de los agentes que causan la infección.
Para reducir la molestia, la inflamación, el dolor y el picor pueden adquirirse analgésicos y antihistamínicos de venta libre. Además, las personas con hipoacusia no podrán usar sus audífonos hasta que el tratamiento no concluya.
Al ser una infección leve, con los cuidados adecuados, la micosis se redimirá en apenas unos días, sin mayores complicaciones para la salud del paciente. En ocasiones, puede confundirse con la fase inicial de los acúfenos debido al dolor leve en el oído y el comienzo de pérdida auditiva.
Desde Miaudífono te dejamos algunas recomendaciones como evitar que la humedad llegue a tu canal auditivo usando gorros de piscina que cubran tus oídos. También es importante que los mantengas aireados, secos y con una buena higiene. Pero ¡ojo!, el cerumen es necesario para proteger nuestra audición, no te excedas ni uses bastoncillos.
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