La pericondritis es una infección que afecta a la piel y al tejido que rodea el cartílago de la oreja, específicamente al oído externo o pabellón auricular. Este componente esencial, formado por el cartílago de la oreja, facilita el paso de las ondas sonoras. Estas ondas luego viajan a través del oído medio, donde el tímpano vibra, y finalmente, las vibraciones alcanzan el oído interno.
La pericondritis es frecuente en personas con un sistema inmunológico debilitado. Aunque puede comenzar como una pericondritis leve, es crucial tratarla a tiempo para evitar complicaciones.
La pericondritis es una infección que se produce en la parte externa de nuestro oído y afecta a la piel y al tejido de la oreja, concretamente a la piel que recubre el cartílago.
Como sucede con otras infecciones, la pericondritis puede llegar a complicarse si no se trata a tiempo pudiendo derivar en una infección mayor que cause problemas permanentes al paciente.
La aparición de una pericondritis puede deberse a numerosas causas. Entre ellas: la realización de piercings (o perforaciones en el cartílago), pericondritis por picadura de insectos, acupuntura, golpes en un lado de la cabeza, quemaduras, heridas o cirugías en el oído externo.
Su aparición también puede estar relacionada con la tendencia de algunas personas a trastornos inflamatorios, debido a un sistema inmunitario más débil de lo habitual o a enfermedades crónicas como la diabetes.
Los principales síntomas de pericondritis son:
En ocasiones también puede desarrollar tinnitus bilateral por el oído afectado y episodios de migraña y dolor de cabeza.
¿Cómo saber si tengo pericondritis? Si presentas algunos de estos síntomas, el siguiente paso sería acudir a un profesional para realizar el diagnóstico pertinente a la mayor brevedad posible. De este modo, se descartan otras patologías auditivas que pueden compartir algunos de los síntomas.
Acudir a un profesional es fundamental. Ya que, si la infección llega a extenderse puede provocar la muerte de parte del pabellón auricular. Lo que terminaría en una intervención quirúrgica y dejaría el oído externo dañado de manera permanente y bajo la necesidad de una reconstrucción por cirugía estética.
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El tratamiento de la pericondritis depende de factores como el nivel de infección o los síntomas. Si la infección se encuentra en una primera fase, siendo leve, el especialista puede recetar antibiótico por vía oral.
En caso de pericondritis en una fase avanzada se tratará mediante antibióticos por vía intravenosa o incluso, si es necesario, se llegará al ingreso hospitalario del paciente.
Si la pericondritis es detectada a tiempo, lo más normal es que tenga una evolución favorable y no cause daños permanentes. En el caso contrario, el resultado podría ser una intervención quirúrgica para devolver el aspecto original al oído afectado y evitar, así, el miedo de perder el oído.
Durante los últimos años han aumentado los casos de pericondritis entre los jóvenes, debido a la perforación del cartílago con un fin estético. Siendo la realización de piercings una de las principales causas de la pericondritis. Esta práctica, unida a una insuficiente higiene de la zona tras la perforación, ha desencadenado episodios de infección que posteriormente han terminado en pericondritis o condritis.
Si buscas un tratamiento casero o natural para la pericondritis antes de tu cita con el médico, hay algunas opciones que pueden aliviar los síntomas de pericondritis como el dolor de la oreja. Sin embargo, ten en cuenta que el tratamiento casero de la pericondritis no sustituye la atención médica adecuada, ya que la pericondritis auricular es una infección que requiere supervisión profesional y tratamiento con antibióticos. Antes de visitar al médico, te recomendamos:
La pericondritis y la policondritis no son lo mismo. La pericondritis es una infección de la piel y el tejido que rodea el cartílago de la oreja. Por otro lado, la policondritis es una enfermedad inflamatoria multisistémica que afecta los cartílagos en diversas áreas del cuerpo. Esta última es una enfermedad autoinmune poco común, destacando su impacto principal en el cartílago de la oreja y la nariz, manifestándose a través de la inflamación en estas zonas.
Evitar la pericondritis es más sencillo de lo que puedes pensar. En primer lugar, es recomendable abstenerse de realizar perforaciones (piercings) en las orejas para protegerlas de infecciones y daños innecesarios. A pesar de que los piercings pueden ser un bonito «accesorio», muchas personas experimentan problemas de cicatrización que requieren un cuidado minucioso. Sin embargo, si aún así decides realizarte piercings te recomendamos no usar pendientes que contengan níquel. Opta por pendientes de acero quirúrgico o titanio ya que permiten que la cicatrización sea mucho más rápida. Y es muy importante que los materiales que se usen al realizar la perforación estén estériles.
Además, mantener una buena higiene en nuestros oídos contribuirá a prevenir cualquier tipo de infección. Aquí tienes algunos consejos para el cuidado adecuado.
En resumen, si experimentas síntomas como oreja sin sensibilidad, calor, enrojecimiento, hormigueo en la oreja izquierda o dolor intenso, es crucial que consultes a un profesional para obtener el diagnóstico adecuado.
En el caso de pericondritis, el tratamiento generalmente implica el uso de antibióticos. Si tienes dudas o buscas a un profesional en salud auditiva, solicita una cita con nosotros. La revisión auditiva es completamente gratuita.