La pericondritis es una infección del lóbulo de la oreja que afecta al oído externo. Éste está compuesto por el cartílago de la oreja a través del cual pasan las ondas sonoras. Estas ondas más tarde transitarán por el oído medio, donde vibra el tímpano, hasta que finalmente las vibraciones llegan al oído interno.
¿Pero qué es exactamente la pericondritis?
La pericondritis es una infección que se produce en la parte externa de nuestro oído y afecta a la piel y al tejido de la oreja, concretamente a la piel que recubre el cartílago.
Como sucede con otras infecciones, la pericondritis, puede llegar a complicarse si no se trata a tiempo. Pudiendo derivar en una infección mayor que cause problemas permanentes al paciente.
La aparición de una pericondritis puede deberse a numerosas causas. Entre ellas: la realización de piercings (o perforaciones en el cartílago), picaduras de insectos, acupuntura, golpes en un lado de la cabeza, quemaduras, heridas o cirugías en el oído externo.
Su aparición también puede estar relacionada con la tendencia de algunas personas a trastornos inflamatorios, debido a un sistema inmunitario más débil de lo habitual o a enfermedades crónicas como la diabetes.
La pericondritis muestra síntomas claros y no pasa desapercibida. Algunos de estos síntomas, dependiendo de la fase de la infección en la que se encuentre el paciente, pueden resultar realmente molestos y dolorosos.
Entre los posibles síntomas de la pericondritis encontramos el enrojecimiento de la zona de la infección, dolor agudo, inflamación, fiebre y pus. En ocasiones también puede desarrollar tinnitus bilateral por el oído afectado y episodios de migraña y dolor de cabeza.
Si presentas algunos de estos síntomas, el siguiente paso sería acudir a un profesional para realizar el diagnóstico pertinente a la mayor brevedad posible. De este modo, se descartan otras patologías auditivas que pueden compartir algunos de los síntomas.
Acudir a un profesional es fundamental, incluso si te encuentras en una fase temprana de la infección. Ya que, si la infección llega a extenderse puede provocar la muerte de parte del pabellón auricular. Lo que terminaría en una intervención quirúrgica y dejaría el oído externo dañado de manera permanente y bajo la necesidad de una reconstrucción por cirugía estética.
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El tratamiento de la pericondritis es diferente en cada paciente dependiendo de factores como el nivel de infección o los síntomas. Si la infección se encuentra en una primera fase, siendo leve, el especialista puede recetar antibiótico por vía oral.
En caso de pericondritis en una fase avanzada se tratará mediante antibióticos por vía intravenosa o incluso, si es necesario, se llegará al ingreso hospitalario del paciente.
Si la pericondritis es detectada a tiempo, lo más normal es que tenga una evolución favorable y no cause daños permanentes. En el caso contrario, el resultado podría ser una intervención quirúrgica para devolver el aspecto original al oído afectado y evitar, así, el miedo de perder el oído.
Durante los últimos años han aumentado los casos de pericondritis entre los jóvenes, debido a la perforación del cartílago con un fin estético. Siendo la realización de piercings una de las principales causas de la pericondritis. Esta práctica, unida a una insuficiente higiene de la zona tras la perforación, ha desencadenado episodios de infección que posteriormente han terminado en pericondritis o condritis.
El tratamiento de la pericondritis, como se ha comentado anteriormente, se hace a través de antibióticos que únicamente pueden ser recetados por el médico tras realizar un diagnóstico.
Si buscas un tratamiento casero o natural para la pericondritis antes de tu cita con el médico, hay algunas opciones que pueden aliviar el dolor de la oreja. Por ejemplo, colocar compresas tibias o frío en la zona afectada tendrá un efecto antinflamatorio y anestésico que te aliviará hasta que puedas acudir a la cita médica.