Los aparatos o dispositivos electrónicos no son muy amigos del agua y tampoco de la humedad. Y el verano es un época especialmente peligrosa para ellos.
Hoy vamos a explicarte qué hacer en caso de que ya sea demasiado tarde y tus audífonos se hayan mojado en casa, en la playa, la piscina o incluso en la ducha.
Los audífonos son dispositivos médicos que ayudan a las personas que tienen problemas de audición a recuperar la capacidad de escuchar y entender los sonidos. Y, por lo tanto, les hacen la vida más fácil.
El coste del audífono hace que las personas que van a llevarlo en su oído pongan especial atención en su cuidado, para que no se moje ni sufra ningún daño grave. Saben que va a ser una ayuda importante para poder llevar una vida normal rodeados de las personas que más quieren y por ello, deben conocer los consejos para cuidar la audición y todos los accesorios que la mejoran.
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Sabemos que quieres que tus audífonos te duren toda la vida o al menos el mayor número de años. Por eso, vamos a explicarte con detalle qué cosas debes hacer si tu audífono se ha mojado por accidente.
Los audífonos, como cualquier dispositivo electrónico, nunca deben mojarse. Si por casualidad le llega agua accidentalmente o se nos ha olvidado quitárnoslo durante la ducha o el baño, la primera acción para intentar salvarlo es quitárnoslo del oído y, acto seguido, apagar el audífono con las manos secas para que no entre más agua dentro del audífono de la que ya pueda tener.
Si nuestro audífono no es recargable y necesita pilas para funcionar, el siguiente paso consiste en retirar la pila del audífono para secarla con un paño húmedo.
No te asustes. Agitar el audífono es lo más habitual cuando ha entrado agua en el aparato. Antes de agitarlo, deja la puerta del compartimento donde se coloca la pila abierta para que pueda salir todo el agua que haya dentro. Es importante que te asegures cien por cien de que el espacio donde se encuentra la pila esté abierto para intentar sacar el agua que tenga en el interior.
Al menos, durante 24 horas no uses el audífono. Déjalo secar y ponte en contacto inmediatamente con tu audioprotesista o centro auditivo para que te den las pautas y consejos sobre qué más hacer si tu audífono se ha mojado. Incluso (aunque no es del todo aconsejable), puedes apoyarlo sobre un radiador a una temperatura moderada para intentar agilizar el proceso de secado. Pero nuestro consejo es que tengas paciencia. Lo más importante es sacar el audífono del agua lo antes posible.
Sin duda existe un accesorio que es de gran ayuda para secar tus audífonos si se han mojado. Se llama deshumidificador y es un aparato que se encarga de regular la temperatura óptima de tus audífonos cuando cogen algo de humedad. Como sabrás, no solo la humedad y el agua puede dañar el estado de tu audífono.
También el calor y la cera del oído e incluso el sudor. El deshumidificador se convierte en la opción perfecta para la limpieza y mantenimiento en buen estado de tus audífonos, porque además de encargarse de la función de secado, desinfecta por ultravioleta y elimina los malos olores residuales en el audífono.
Al igual que son diferentes en el sabor y en sus propiedades, tampoco es lo mismo que tu audífono se moje con agua dulce o con agua salada. Siempre será mucho más fácil de tratar y secar si se ha caído en agua dulce que en agua salada. Si la sal penetra en el aparato, prácticamente será muy difícil eliminarla.
Olvida los productos limpiadores para conservar tus audífonos limpios. Para que no tengas la tentación de tener que usar estos productos, mantén siempre tus prótesis auditivas en lugares secos y libres de humedad.
Ni secador, ni horno, ni microondas. Ninguno de estos aparatos te ayudarán a secar tus audífonos. No los uses nunca.
Esperamos que estos consejos para el cuidado de tus audífonos hayan sido útiles para mantenerlos en buen estado y que tu audición siga siendo la correcta. Si en algún momento tienes algún accidente pasado por agua, no dudes en ponerte en contacto con Miaudífono. Te pondremos en contacto con tu centro auditivo más cercano para que puedan evaluar el daño de tus audífonos. Con suerte, se queda en un susto y puedes seguir disfrutando de tus audífonos por mucho más tiempo.
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